Los juegos como forma de mejorar las habilidades sociales de los niños

Un saludo, un gracias, un por favor, una conversación o incluso, una simple sonrisa. Estas acciones forman parte de las habilidades sociales de las personas, unas habilidades que ayudan a que los individuos se relacionen de forma correcta entre sí y con el medio en el que viven.

Las habilidades sociales son unas habilidades que no son innatas, es decir, que se aprenden. Al contrario de lo que muchos piensan, hechos tan cotidianos como el relacionarse con las personas son hechos aprendidos a base de la imitación y la experiencia. Por ello, para un correcto desarrollo de las habilidades sociales, éstas deben empezar a inculcarse desde bien pequeño, momento en el cuál la facilidad de aprendizaje es mayor y momento en el cual, se marcará el camino a seguir por las personas cuando sean adultas.

Mejorar las habilidades sociales de los niños a través del juego

Está claro que es indispensable que, desde bien pequeños, los padres, y los adultos en general, inculquen a los niños la importancia que tienen las habilidades sociales.

Para ello, la mejor forma de hacerles entender a los más pequeños la importancia de un correcto desarrollo de las habilidades sociales, es hacerlo jugando. Mediante el juego conseguirán aprender mientras se divierten. Y es que, son muchos los puntos a favor de jugar para mejorar las habilidades sociales en los niños:

• Ayudan a sonreír. Sonreír es una de las principales muestras de habilidad social que el pequeño mostrará. Para ello nada mejor que la ayuda de un juego que saque a la luz la mejor de sus sonrisas.
• Jugar en equipo. Hay una gran cantidad de juegos que, para poder ponerlos en práctica, deben ser jugados en grupo. El hecho de jugar con más niños hace que el pequeño aprende a relacionarse dentro de un ambiente de competitividad sano y de diversión, producido y controlado siempre por los padres.
• Resolución de conflictos. La competitividad sana que va implícita en algunos juegos o incluso, la rivalidad de los pequeños por jugar a lo mismo, hace que los conflictos surjan y su posterior solución. Además. son muchos los juegos que presentan conflictos o problemas que únicamente se puede solucionar mediante la coordinación de varias personas.

Estos tres puntos a favor son sólo una pequeña muestra de lo que los juegos son capaces de conseguir en lo que a habilidades sociales se refiere. Frente a esto, cabe preguntarse si todos los juegos consiguen el objetivo marcado de mejorar y potenciar las habilidades sociales en los niños. La respuesta es no.

Para que un juego se considere óptimo para este objetivo, tiene que reunir ciertos requisitos: tiene que ser divertido, tiene que permitir la posibilidad de jugar en grupo y, sobre todo, no debe ser ofensivo. Así pues, uno de los juegos que encajan a la perfección son los hinchables ya que con ellos la diversión está asegurada, la resolución de conflictos también, y se puede compartir con tantos amigos como se quiera. Y como plus, ayuda a crear unos hábito de vida saludable e los pequeños por la cantidad de ejercicio que realizan. Y tú, ¿te animas a impulsar las habilidades sociales de los pequeños con el uso de hinchables?